4 de octubre de 2014

Corredor Santa Rosa y la "aberración urbana"

Durante el día de ayer, el intendente Claudio Orrego, el ministro de Transportes y Telecomunicaciones, Andrés Gomez-Lobo, y la Ministra de Vivienda, Paulina Saball, anunciaron obras de mantenimiento para el corredor Santa Rosa Sur, que incorpora un mejor estándar y paisajismo, además de mejor iluminación y una ciclovía en el mismo trazado del corredor. Frente a esta noticia, manifesté vía twitter lo siguiente: "Bien me parece que exista un proyecto de urbanismo en torno al corredor Santa Rosa. No podemos permitir mas aberraciones urbanas como esa" (vía @cristpineda), tweet que reprodujo La Tercera en su versión impresa de este sábado. 

Con aquella opinión, me refiero al pobre diseño que se ejecutó en el corredor Santa Rosa, desprovisto de elementos de paisajismo que inviten a la comunidad a utilizarlo más allá de abordar o descender desde un bus del Transantiago, o de la "ciclovía" que se construyó en el trazado, la cual no cuenta con elementos de seguridad que permitan un desplazamiento libre de obstáculos a los ciclistas. Para que hablar de la inexistente mantención del corredor, que permitía la acumulación de basura junto a los paraderos por semanas. Todos estos elementos me permiten señalar que el diseño del corredor es efectivamente una "aberración urbana", ocasionando que esta infraestructura fuera un elemento más de segregación en Santiago. Pero con esto no me refiero al fin último de los corredores de transporte público: mejorar sustancialmente las velocidades comerciales de los buses, lo cual efectivamente el corredor de Santa Rosa logra, beneficiando directamente a las comunas de San Ramón, Puente Alto y La Pintana.

No se trata de demonizar los corredores de buses, pues estos son necesarios para la efectiva funcionalidad del sistema de transporte público. Para una ciudad del tamaño de Santiago, siempre será necesario el transporte en superficie, pues no es posible solucionar los problemas de movilidad desarrollando solo líneas de Metro, pues este debe ser una solución de movilidad troncal alrededor de la ciudad. Pero sí se debe reconocer que los diseños de los corredores deben aportar al espacio urbano en el cual se insertan, lo cual Santa Rosa no logra bajo el diseño actual. Distinto es el caso, por ejemplo, del corredor de Pajaritos, el cual sí es un elemento que congrega a los habitantes de Maipú a hacer otras actividades, como trotar en los senderos peatonales diseñados, o utilizar las máquinas de ejercicios que allí se dispusieron, además de servir a aquellos usuarios que utilizan el corredor para viajar entre Maipú y el centro de Santiago, siendo una alternativa competitiva a la Línea 5 del Metro.

Por lo tanto, celebro la decisión de las autoridades con el anuncio de este plan de mejoramiento y mantención del corredor Santa Rosa sur, que tal como indicó el intendente Orrego, con estas obras se pagará "una deuda de justicia" para los habitantes de la zona sur de Santiago.

25 de marzo de 2012

Como aplicar el Manual Aysén al conflicto estudiantil

Con los primeros atisbos de humo blanco que se ven en el horizonte Aysenino, después de una cansante lucha en la XI Región, y con el apretón de manos frente a las cámaras entre Iván Fuentes y el ministro Larroulet en La Moneda -con el diputado Alinco como telón de fondo, esta vez totalmente sobrio para la ocasión- hay varias cosas que podríamos ocupar del Manual Aysén sobre manifestaciones sociales, y ver como las adaptamos al conflicto estudiantil que reaparecerá, de seguro, el 2012. Acá le vengo a vender 3 ideas que podríamos poner en práctica.

1. Líderes políticos, pero no partidistas
Todos reconocemos que los personeros que lideraron desde el principio el Movimiento Social por Aysén, el crack de Iván Fuentes (queques y chalecos para él) y en menor medida, Misael Ruíz, fueron unos tipos comprometidos hasta el final con la causa, y que manejaron los tiempos y las situaciones a favor del propio movimiento. Esto se logra cuando los líderes hacen política, pero se deben totalmente a sus representados, y a nadie más que ellos. En definitiva, cuando tienen nada que perder y todo que ganar, porque no están pensando con la calculadora electoral en la mano, ni por sobre todo, deben responderle a intereses partidistas, que frecuentemente son contrarios en la forma -y a veces hasta en el fondo- a los movimientos sociales. Es obvio que ofertas electorales del establishment político no les faltarán desde ahora a estos lideres, pero cuando se debía liderar y representar en forma correcta al movimiento aysenino, lo hicieron de maravillas. No estoy diciendo que se deba eliminar la participación de los partidos políticos de los movimientos, porque sin duda son un aporte a la discusión de ideas, a la propuesta de soluciones, y más importante que todo, son representativos -o debiesen serlo- de un sector de la sociedad que comparte las mismas visiones e ideales de un partido en particular. Pero son los partidos los que deben adecuarse a las condiciones que salgan desde el movimiento. En ningún caso, capturarlo por otros intereses.

2. Estudiante, tu problema es mi problema
El movimiento aysenino trascendió las fronteras de la XI Región. La gente de lugares tan distantes de Aysén se puso en los zapatos de los patagones: entendió las dificultades que significa obtener tener prestaciones medicas que en las zonas urbanas mas cercanas al centro del país son comunes, o que el litro de bencina sobrepase los $1.000 en algunos poblados de allá. En definitiva, gran parte del país empatizó con el diagnóstico y las demandas ayseninas. A pesar de que una mayoría apoya las demandas estudiantiles, creo que solo una pequeña parte hace del problema estudiantil un problema personal. Como hacer eso entonces? Es un largo camino, pero el principio es claro: si la ciudadanía observa un movimiento con demandas claras y justas, entonces se produce el fenómeno de la empatía. Si a ello sumamos las formas, con tipos de movilizaciones que se enfoquen en la solución del problema, que incentiven y sumen gente más allá de los propios estudiantes, entonces iremos por buen camino. Desde el minuto 0, hay que dejar en claro que los violentistas y los encapuchados restan al movimiento por donde se lo mire. Y eso es algo que se echó de menos el año pasado: los líderes estudiantiles fueron bastante poco enfáticos en no avalar la violencia por las puras, y no recuerdo a alguien que realmente los mandara a la cresta con sus acciones. Si rechazamos con todo la represión de Carabineros, también rechazemos con fuerza a los encapuchados, que no aportan en NADA al movimiento. Entonces, la cosa es: ordenemos las demandas, agrupemosla en un solo documento, incluyendo todo el universo que conforma el tema educacional, y sumemos gente más allá de los propios estudiantes. Provoquemos empatía por el movimiento.

3. No dispararse en el pie. Se puede masticar y comer chicle al mismo tiempo.
Los ayseninos produjeron bloqueos en los puntos de acceso a la ciudad, cortando todo el tránsito de alimentos, combustible, etc., como forma de presión. Más allá de validar estas acciones o no, hubo un gesto muy claro: cuando la harina, los huevos, la carne y la leche empezaba a escasear en las góndolas de los supermercados patagónicos, los dirigentes aceptaron levantar el bloqueo temporalmente para lograr que estas cosas llegaran a Aysén, aún cuando eso produjera un desánimo dentro de los grupos más radicales, que veían una pequeña derrota en todo esto. Aquí, los ayseninos no se dispararon en el pie, no dejando que se produciera un desabastecimiento a propósito, como forma de radicalizar las acciones, pero continuaron seriamente movilizados. Luego, siguieron viniendo más gestos, como los desbloqueos parciales del Puente Ibañez, dejando al propio Gobierno como intransigente, pues mientras los dirigentes ofrecían desbloqueos por 8 horas, el Gobierno exigía desbloqueo total para sentarse a conversar -otra chambonada más de Hinzpeter-. Es lo que debería replicarse en el movimiento estudiantil, pues si estamos de acuerdo en que este es un problema de largo aliento, los paros extensos y las tomas de los establecimientos solo harán pagar costos a los estudiantes, y los resultados tenderán a ser vistos como nulos por nosotros. En resúmen: flexibilizar las acciones de movilización, produce el efecto de seguir movilizados, y a la vez, hace no pagar costos que, de otra forma, serían altísimos y pueden provocar divisiones al interior del propios movimientos.

4 de octubre de 2011

3 Meses después

Hoy, Injeniería en Beauchef cerró un ciclo. Uno que comenzamos hace 3 meses. Aquel 22 de Junio, cuando empezamos un paro que nos llevó a insertarnos en una dinámica que no conocíamos. Porque los buchefianos eramos apáticos a los problemas nacionales. Y también con los problemas locales. Sin embargo, aquella semana de junio, cuando empezamos a votar por el paro indefinido, era ya insostenible estar totalmente ajeno al movimiento estudiantil.

Desde ese día, nos vimos envueltos en un movimiento que, si bien estaba ya articulado desde varios frentes, no sabíamos con claridad donde iríamos a parar. Y nadie apostaba que, 3 meses después, estuvieramos votando el comienzo del semestre primavera. Estos 3 meses han sido maravillosos. Dejo en claro: nunca estuve de acuerdo con el paro, y voté NO la casi totalidad de las veces (un par de semanas voté en blanco), por cosas que escapan a lo que quiero decir acá. Sin embargo, si mis compañeros creian que el paro si era una herramienta efectiva, y una de las tantas externalidades que tiene era darnos mucho tiempo libre, decidí no quedarme de brazos cruzados en la casa, teniendo vacaciones indefinidas. Decidí partir por informarme primero. Y me di cuenta de la tremenda inequidad que tiene Chile en materia de educación. De que el lucro implica inevitablemente una baja calidad. De que los aranceles son artificialmente altos en las Universidades. De que los espacios democráticos son inexistentes en tantas instituciones. Y desde ahí, decidí sumarme al movimiento. Esta fue una oportunidad extraordinaria de participar en instancias únicas. Flashmobs, intervenciones masivas, marchas, pintatones de lienzo, corridas...cualquier cosa que llevara el mote de "por la educación" al final, sería para darle visibilidad al movimiento. Y me servía a mi, para darme cuenta que no somos pocos. Somos la mayoría. Esa que quiere darle un cambio radical al sistema educativo chileno. De sentirnos parte de algo mucho más grande que nosotros. De algo que puede sentar las bases para las próximas generaciones. De sentirnos parte de la historia de nuestro país. Que los jóvenes ya no tenemos el "síndrome del Chino Rios" de no estar ni ahí. Estamos ahí, somos críticos. Pensamos, y nos importa. Y porque aún en la última marcha, en la n°36, todavía se me pone la piel de gallina -como a muchos- pensando que hay más de 70.000 personas saliendo a las calles a exigir un cambio.

El 2011 será un año de crecimiento. Crecimos como personas, como entes más pensantes y reflexivos. Porque aprendimos a discutir temas país en forma colectiva. En Beauchef, nos vimos derepente envueltos en una dinámica de miles de asambleas, de reuniones, de foros. De un nivel de discusión que yo no había visto en los 6 años que llevo aquí. Ni siquiera el 2006 para el pingüinazo. Pero también crecí en un nivel más personal. Ya no temo levantar la mano ni dejar un post para dar mi opinión. Sea a favor o en contra. Porque ahora si sé que tengo algo que decir. Si en mayo me hubieran invitado como expositor a la PUC, hubiera dicho "ni kagando...que voy a decir". Y en agosto dije: "de que queri que hable?". Ese fue uno de los cambios personales más grandes que me deja este año de movilizaciones.

Hoy, como dije al principio, cerramos un ciclo. El paro se acabó, y tenemos que volver a las clases. Pero el movimiento no termina acá de ninguna manera. Que no nos pase lo mismo que el 2006, en donde le sacamos la atención y los cambios no llegaron. Debemos seguir encima de los que tienen el poder para producir los cambios, debemos seguir discutiendo e informándonos. Debemos continuar con las marchas, que son la parte más visible del movimiento. Para eso, seguramente nos darán facilidades. Pero como dijo un amigo hoy, ahora se verán los de verdad. Será diferente, obvio que sí. Ya no tendremos todo el tiempo disponible del mundo. Pero debemos tener visión de que este es un tema que se viene largo. Los aperraos subersivos e inútiles volverán a clases, pero seguirán movilizados, con un ojo en el movimiento y con el otro en los estudios, tratando de compatibilizar ambas cosas. Y yo quiero ser uno de ellos.

29 de septiembre de 2011

El día (sin sentido) en Beauchef que recordaré en el futuro

29 de Septiembre del 2011. Ese día -contaré en el futuro- pasaron varias cosas en Chile chiquillos: comenzaba la mesa de diálogo entre la CONFECH y el Gobierno, el Shago Morning le ganaba de visita a Huachipato, y LUN tenía a la Hanna Montana chilena en su portada. Pero ese día, fue memorable por otra cosa. Ese día, el exterior de Beauchef se transformó en un campo de batalla.

Para el que rehuye de estas situaciones de violencia post-marcha -como yo- por miedo o porque no está ni ahí con quedarse hasta el final de los aburridos actos finales, las imágenes de un guanaco tirando agua o de un zorrillo tirando lacrimógenas es algo lejano, que te lo cuentan siempre en la tele. Pero cuando te llevan todo este espectáculo al patio de tu casa -de tu 2da casa, para ser más precisos-, la situación se torna sin sentido, y todo pasa sin explicación. Todas las cosas pasan porque sí, y dejan de pasar anda a saber tú porqué.

Nada tiene sentido

De partida, son sólo las 11.45am y desde el piso solo veo una masa de gente corriendo hacia mi, con el guanaco escupiendo agua como loco de fondo. "Y por qué weon?" me pregunto, parado en Plaza Ercilla. Pero da lo mismo, hay que correr no mas. Entonces me voy a ver todo desde el aire: desde una terraza en un 5to piso, con vista VIP hacia Blanco Encalada. Y entonces me doy cuenta que nada tiene sentido: la masa corre despavorida, el guanaco sigue tirando agua, y caen todos por igual. Los que marchan pacificamente, las batucadas, los que llevan lienzos, la prensa, el tío de los limones, la vieja de las sopaipillas, los encapuchados. Todos a mojarse no más. La tarea es sacarlos de la calle. A todos. Como sea.

Entonces, ya es la 1pm, y los que marchaban pacíficamente, esas 30.000 personas-como-yo, que cuando las cosas se empiezan a poner brígidas, se van a almorzar mejor, quedan esos 200 capuchas. Los que no son invitados ni convocados por nadie, pero le ponen aguante y empeño en la lucha. Su lucha. Que es distinta a la nuestra: su lucha es "contra el sistema". Acá, personificados en los que tratan de mantener el orden, pero que, de pasada, contribuyen a dejar más la escoba. Carabineros de Chile. Aquí, me quiero detener en algo: hoy concluí que hay capuchas consecuentes e inteligentes. Y también hay capuchas tontos. Luego volveré sobre ambas distinciones, pero los dos grupos atacan recurrentemente al zorrillo o al guanaco de turno, en el juego del tira y afloja. Y los Carabineros ponen su cuota de empeño (?) también, con movimientos tan sin sentido, como el zorrillo que se pasea de lado a lado por Blanco. Le lanzan piedras, palos, pintura. Y vuelve a refugiarse junto al guanaco. Sin tirar un sólo ml de gas. Para que? No tengo idea. O que, teniendo 2 guanacos, 4 zorrillos y una pila de FF.EE., dejan que los capuchas derriben los semáforos y luego dispersan. Todo esto, amenizado por la batucada de Geología, que seguía tocando en el techo. No les dije que nada de esto tenía sentido?.

Entre todo esto, me topo con Camila Vallejo y Giorgio Jackson conversando en mi propio edificio de Civil.

Camila Vallejo y Giorgio Jackson en las afueras de Civil
Y así transcurren unas largas 5 horas más, con capuchas buscando cualquier cosa que sea lanzable, y retumbable. En que se diferencian los capuchas consecuentes y los capuchas tontos?. En que los primeros, saben distinguir muy bien cual es "la lucha", quien es "el enemigo", y cuales son "sus armas". Son tipos que buscan piedras para lanzarselas a Carabineros. En que ayuda eso en el contexto del movimiento estudiantil? En nada, porque es otra lucha. Y los capuchas tontos? Son los tipos que atacan a Carabineros. Pero también al mobiliario urbano, a los paraderos, a los semáforos, a las bancas de la plaza. Da lo mismo, la cosa es destruir algo, para tratar de destruir otra cosa. Con los primeros, se puede dialogar, y entienden tu posición. Los segundos, no te pescan ni en bajada. Y además, se repite un patrón entre ellos: son puros washiturros.

Washiturro destruyendo un farol
Mención especial -y sin sentido- merecen los maestros de Beauchef Poniente. Los obreros prestaron cuanta cosa desechable encontraron para armar las barricadas, aplaudieron cuando los washiturros la prendieron, y después siguieron trabajando no más. Como si nada.

Imágenes mentales del día

Hay dos imágenes mentales, que me quedarán por ahí guardadas en mi cabeza. La primera, es la de ver un zorrillo a punto de entrar por Beauchef 850. Yo no se como hubiésemos reaccionado si entraba. A lo mejor nos hacía recagar a todos con más lacrimogenas, hasta morir, y ningún limón o amoniaco nos hubiera servido. O a lo mejor, cagaban ellos, y por entrar a la U sin permiso, se ganaban algo más que un pape. La cosa es que alguien atinó a cerrar las puertas, y otro alguien dentro del zorrillo atinó a no entrar no mas. Pero fueron esos 5 segundos en donde, dentro de lo adrenalínico de la situación, todo pasa en cámara lenta.

Zorrillo en puerta de Beauchef 850
Beauchef 850 bajo el ataque de las lacrimógenas
La segunda imagen es la de 70 personas mirando en la escalera como Beauchef era un campo de batalla. Hasta ese momento, estar metido allí era como ver la guerra en vivo y en directo, pero con algo más que HD, y con palcos preferenciales en 1ra fila. Eso, hasta que miro para arriba y veo que vienen dos lacrimogenas voladoras. Directo hacia la escalera. Entre esas 70 personas, no solo estaba yo y un par de aguerridos buchefianos mirando la escena. También estaba el Decano de Injeniería. Y con su sonrisa imborrable de todo-está-bien, aunque se esté acabando el mundo -o le estén lloviendo lacrímogenas por delante- supo sortear con éxito y un par de lágrimas la escena. Yo creo que, si hay alguna imagen más humana de este hombre, es justamente esta. Y con estas dos cosas, puedo decir que, después de 6 años en Beauchef, ya lo he visto todo.

El Decano (de café), justo antes de recibir su dosis de lacrimógenas
Meanwhile in Beauchef

Después de más de 7 horas de batalla campal en Beauchef y en Blanco Encalada, y cuando los capuchas vivos y los washiturros ya se fueron -seguramente, porque los Carabineros se aburrieron de jugar, y se replegaron no más, y ya no habia nada más a que tirarle piedras- pude dimensionar los daños. La calle apareció llena de escombros, los semáforos de la esquina fueron arrancados de cuajo, hay una luminaria caida, el Transantiago tiene un paradero menos, y hay dos vidrios rotos en el edificio del CEC. Pero la Escuela la sacó barata en todo caso.
Vidrio roto en el CEC
Mientras todo esto pasaba afuera, adentro de Beauchef también pasaban cosas sin sentido. Podrá estarse incendiando Santiago, pero en la cancha de Injeniería siempre hay gente dispuesta a jugarse una pichanga. Y hoy no fue la excepción, porque durante todo el día, la pelota nunca cayó en esa cancha. Y por otro lado, los pastos de Beauchef conocieron una variedad impresionante de vendedores ambulantes, con todo tipo de artilugios para pasar el rato: limones a $100 la unidad, helados pa la sed y la calorsh. Y lo más importante y ridículo: dos latas de Dorada por $1000. Y eran Doradas, nada más que porque las Balticas "estaban calientes", según el vendedor. Y ahora si que, con esto, puedo decir con toda seguridad que ya lo he visto todo en Beauchef. Puedo morir en paz. O al menos, titularme luego.

Las pichangas no se detuvieron durante el día en Beauchef
Un Buchefiano comprando dos Dorada por luca en la terraza

Más fotos disponibles hay en el álbum de Facebook.

17 de septiembre de 2011

RHCP: Con picante, pero del viejo

Red Hot Chili Peepers, aquella banda californiana que ya había estado dos veces en Chile (1999 y 2002), ayer reafirmó la convicción en sus fans con el tremendo show que ofrecieron frente a 40.000 personas en el Estadio Monumental.

Fuente: El Mercurio
La banda de Anthony Kiedis partió tibiamente con uno de sus nuevos temas, Monarchy of Roses, incluido en su último disco I'm With You. Pero de ahí en más, comenzaron a intercalar canciones de su amplio repertorio, y que son básicamente por las cuales los fans pagamos la entrada: Under the Bridge, By The Way, Give It Away y Otherside aparecieron dentro del setlist para completar algo mas de 1.40 horas de rock, funk y algo de grunge, en los cuales RHCP sonaron impecablemente bien, y dan cuenta que la salida de John Frusciante, el 2009, no pena, y que el grupo sigue con la misma energía de hace más de dos décadas.

A pesar de eso, se nota que el último disco simplemente no ha prendido en los fanáticos. Ni la canción con la que abrieron el show, ni con The Adventures of Raindance Maggie -el primer peor single de la historia de la banda, según Jürgensen en La Tercera- el conjunto logra involucar a los fans, y eso no pasa por un desconocimiento del disco. RHCP se ha logrado posicionar como una banda de corte generacional transversal -como lo demostraron ayer, en donde habían personas con más de 40 años, mucho adulto jóven, papás con hijos pequeños y escolares-, pero siempre con el recuerdo de los discos anteriores. Hasta canciones del penúltimo vapuleado disco, Stadium Arcadium, como Tell Me Baby y Dani California, la gente corea, sigue y aplaude a rabiar a RHCP, pero eso llega hasta ahí no más, lo que hace pensar que, por más que la banda suene increiblemente bien a pesar de sus numerosos recambios entre sus integrantes, ya es una banda que está pasando a ser más del recuerdo colectivo, que algo actual.

Un punto a favor para los californianos es que supieron armar un buen setlist. Siempre se agradece que las bandas, en tours promocionales de nuevos discos, sepan hacer un guiño a sus fans, y pongan esas canciones caladas, que por más que tengan sus buenos años, prenden a la gente. Así, RHCP sigue siendo picante como siempre, pero sólo cuando desempolva las viejas glorias.

13 de septiembre de 2011

Adiós halcón...

Insisto: lo que fueron todos estos días en el frontis de TVN, y hoy en el cortejo de Felipe Camiroaga fue cariño puro de la gente. Esa gente que siente la partida de alguien que lo tuvo en la casa por un par de años. Es cierto que existe el chaqueteo del Chileno, como lo quiso graficar Bibiano Castelló durante el responso. Y que, después de muertos, todos son buenas personas. Pero lo que vivimos hoy en las calles, con gente desbordando las calles por donde pasó el cortejo, con gente emocionada en la pérgola de las flores, demuestra que el cariño era real. Más allá de que la gente quiere sentirse parte de esto. Porque como dijo @copano, este será nuestro propio Lady-Di. Y en un par de años más, cuando recordemos la tragedia, cuando se adopten nuevos estándares en torno a la aviación militar, cuando se repitan por milésima vez los chascarros del Buenos Días a Todos en el Buenos Días a Todos, con Camiroaga de protagonista, diremos: yo lo sentí, fui parte del "cariño de la gente". Vuela alto halcón...

Galería de fotos

*Agradecimientos a Carolina Albornoz, por apañarme en mi trabajo de reportero gráfico encubierto. Lo hicimos muy bien!

8 de septiembre de 2011

Netflix Chile: una decepción por ahora

Desde el lunes, Netflix, uno de los inventos más extraordinarios de la internet -y también, muy rentable, con US$160 millones de ganancias netas en el 2010- se lanzó en Latinoamérica. Y hoy, fue el turno de Chile. Antes que nada, voy a explicar de que se trata Netflix, para los que no saben de que hablo.

Netflix nace en 1997, como una compañía de arriendo de videos por correspondencia. El modelo de negocios principal, hasta hace algunos años, era el siguiente: por un pago mensual -alrededor de US$10-, tenias acceso ilimitado al catálogo de películas y series de la empresa, en donde tú hacias una lista, y ellos te enviaban periodicamente DVDs a tu casa. Veías la películas, la devolvías, y en un par de días, te llegaba la siguiente en la lista. Algo que acá en Chile lo viene haciendo Bazuca.cl. Eso, hasta la masificación de la banda ancha, con lo cual el modelo mutó al arriendo de películas y series, pero ahora vía streaming. Un gran negocio: la compañía se ahorraba los costos de envios y almacenaje físico, y los usuarios obtenian la inmediatez, a la hora de ver películas. Todo eso, hizo que durante el 2009, Netflix llegara a más de 10 millones de suscriptores en USA y Canadá, y tener un impresionante catálogo de 100.000 películas en DVD -Bazuca.cl tiene hoy 15.000 títulos-.

Pues bien, el último modelo, aquel que permite ver películas vía streaming, es el que anunció la compañía para 43 países en Latinoamérica este año, incluido Chile. Y hoy, era el día.

El Home de Netflix en Chile
En primer lugar: la inscripción. Netflix costará en nuestro país $3.790 mensuales, algo módico en comparación con el cable o TV satelital. La única limitante por ahora, es contar con una tarjeta de crédito internacional Visa o Mastercard -eso es lo que se dice, no he probado con una tarjeta solo nacional-. Netflix te da, por ahora, un mes de membresía gratis, la cual puedes cancelar en cualquier momento, antes del fin del periodo de 30 días, y no te cobran nada. Después de un par de preguntas para saber tus gustos cinéfilos, te aparece el home de Netflix. Una página súper simple, con una usabilidad a prueba de tontos, en donde se muestran distintos títulos de películas, series, y mucha, pero mucha, teleserie brasileña.
Y aquí viene la primera y gran decepción: los títulos. En el home, ya se nota una ausencia de películas y series que la rompen en la actualidad. Y una búsqueda simple, nos dice que, por ahora, no podremos disfrutar en Chile grandes clásicos como Titanic o Harry Potter. Y en series, el gran estreno es...Heroes. Ni hablar de series como How I Met Your Mother o House, que la rompen acá. Según las informaciones que llegan desde Argentina, en donde Netflix dió una conferencia el martes, las películas nuevas llegarán después de un año, para no competir con el cable (WTF!). Lo mismo ocurrirá con las series.

Más decepciones? El idioma. La gran mayoría de las películas no tienen subtítulos, están dobladas al español -al menos, es español neutro-. En el futuro, se dice que tendrían subtítulos, algo escencial para la gente que ama el cine. Y por último, está el HD. Definitivamente, no existe HD en Latinoamérica, aunque en las opciones de configuración, te indica que sí.

Un punto a favor, eso sí, es que con una conexión relativamente decente -digamos, más de 2Mbps-, ya puedes disfrutar una película en SD sin cortes. Y la carga previa de la película, medida cuando aprietas Play, y comienza, es menos de 10 segundos, lo que nos dice que podremos disfrutar de esta tecnología desde ahora.

En resúmen: Netflix por ahora es una decepción, y le juega totalmente en contra el catálogo que trae a Latinoamérica. Por ahora, creo que la opción seguirá siendo suscribirse en una cuenta premium de Megaupload y disfrutar de Cuevana. Tal vez, en un futuro no tan lejano, Netflix será una real opción, totalmente legal, y de calidad. Los amantes del cine y las series esperamos que sí. Y que sea pronto.