Durante el día de ayer, el intendente Claudio Orrego, el ministro de Transportes y Telecomunicaciones, Andrés Gomez-Lobo, y la Ministra de Vivienda, Paulina Saball, anunciaron obras de mantenimiento para el corredor Santa Rosa Sur, que incorpora un mejor estándar y paisajismo, además de mejor iluminación y una ciclovía en el mismo trazado del corredor. Frente a esta noticia, manifesté vía twitter lo siguiente: "Bien
me parece que exista un proyecto de urbanismo en torno al corredor
Santa Rosa. No podemos permitir mas aberraciones urbanas como esa" (vía @cristpineda), tweet que reprodujo La Tercera en su versión impresa de este sábado.
Con aquella opinión, me refiero al pobre diseño que se ejecutó en el corredor Santa Rosa, desprovisto de elementos de paisajismo que inviten a la comunidad a utilizarlo más allá de abordar o descender desde un bus del Transantiago, o de la "ciclovía" que se construyó en el trazado, la cual no cuenta con elementos de seguridad que permitan un desplazamiento libre de obstáculos a los ciclistas. Para que hablar de la inexistente mantención del corredor, que permitía la acumulación de basura junto a los paraderos por semanas. Todos estos elementos me permiten señalar que el diseño del corredor es efectivamente una "aberración urbana", ocasionando que esta infraestructura fuera un elemento más de segregación en Santiago. Pero con esto no me refiero al fin último de los corredores de transporte público: mejorar sustancialmente las velocidades comerciales de los buses, lo cual efectivamente el corredor de Santa Rosa logra, beneficiando directamente a las comunas de San Ramón, Puente Alto y La Pintana.
No se trata de demonizar los corredores de buses, pues estos son necesarios para la efectiva funcionalidad del sistema de transporte público. Para una ciudad del tamaño de Santiago, siempre será necesario el transporte en superficie, pues no es posible solucionar los problemas de movilidad desarrollando solo líneas de Metro, pues este debe ser una solución de movilidad troncal alrededor de la ciudad. Pero sí se debe reconocer que los diseños de los corredores deben aportar al espacio urbano en el cual se insertan, lo cual Santa Rosa no logra bajo el diseño actual. Distinto es el caso, por ejemplo, del corredor de Pajaritos, el cual sí es un elemento que congrega a los habitantes de Maipú a hacer otras actividades, como trotar en los senderos peatonales diseñados, o utilizar las máquinas de ejercicios que allí se dispusieron, además de servir a aquellos usuarios que utilizan el corredor para viajar entre Maipú y el centro de Santiago, siendo una alternativa competitiva a la Línea 5 del Metro.
Por lo tanto, celebro la decisión de las autoridades con el anuncio de este plan de mejoramiento y mantención del corredor Santa Rosa sur, que tal como indicó el intendente Orrego, con estas obras se pagará "una deuda de justicia" para los habitantes de la zona sur de Santiago.
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