11 de diciembre de 2005


Malditos Sellos!!...

Siempre lo habia dicho: mientras tuviera el derecho a votar, lo iba a hacer. Asi que, en tanto cumplí mis 18 años, fuí y me inscribí en los registros electorales. Y hoy iba a ser mi primer ejercicio en esta sociedad democrática. Me levanté temprano, para evitar los 33ºC que iban a hacer en la tarde. Llegué a mi lugar de votación: estaba atestado de gente. Tuve que hacer la fila no más, no habia otra. Suerte que corría viento a eso de las 10:30, y la mitad de la fila se podía hacer a la sombra.
En la fila, noté la picardía del chileno: es como ir a la Galería en un partido de la selección chilena. Es un ir y venir de tallas y bromas, como alguién que llegó a hacer la fila, y preguntó:

-¿Esta es la fila de la mesa 7?

-Sí- le contestó un caballero de adelante-pero la fila llega hasta atrás, asi que tiene que ir allá a ponerse a la cola..

El que venía a votar quedó mirando a otro amigo y dijo: -Weon, vamono a ver los Simpsons mejor!! - provocando la risa de toda la mesa 7...

Llegué al final de la fila. Pasé mi Carnet, y el Padrón Electoral. Ni un problema. Luego, el vocal que repartía los votos, un personaje que parece que se había peinado con la juguera, o se había cortado el pelo con un run-run -éscuche que los viejitos de atrás le iban a pedir el número del peluquero-, me explicó como había que doblarlos. Pasé a la "Cámara Secreta" -al más puro estilo Harry Potter-, y marqué mis 3 rayas...no voy a decirles quién es mi "candidata", si el voto es secreto...

En fin, ahora venía la parte de doblar el voto -lo importante era dejar la colilla afuera-, y pegarle el sello...ahora, no sé si eran los sellos los malos, o después de 1 hora al sol, ya no me quedaba saliva, la cuestión es que el sello no pegaba...así que tuve la genial idea de mojarlo con la palma de la mano, que a esas alturas, ya las tenía todas sudadas...mala idea: el sello casi se deshace ahí...malditos sellos!!! Asi que los pegué como pude en las papeletas, deposité mis votos en sus respectivas urnas, firmé el libro, me entregaron el Carnet, y me entinté el dedo...ahora, sólo resta lo mejor y más divertido de las elecciones: el recuento de los votos en TV..

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